Libres para deambular en un radio de 500 metros y para apreciar de cerca las sugerencias y maravillas naturales y arquitectónicas en las que uno está inmerso, los espectadores experimentan así con todos los sentidos la música, el arte y la literatura que se insinúan unos en otros en el mismo. escenario ideal, mostrando cómo la noche y su alquimia han conmovido los sentimientos de artistas de todos los tiempos.. Nocturnos, nanas, claros de luna y danzas rituales... sonetos, versos sueltos y óleos sobre lienzo... hacen aún más evocador cada escenario . Ya no solo el escenario sino cada sala, teatro, castillo, parque, claustro, patio, calle, plaza y el cielo estrellado enmarcan un concierto en el que el propio movimiento del público es parte del arte.